La Época Romántica

"Crinolinas, miriñaques, carnets de baile, un caballero galante y un baile sonando,...una preciosa noche"

lunes, 28 de abril de 2014

La moda del siglo XIX

Ya casi como un guión resumen para mí misma, quiero dejar esta entrada, con información que he ido recopilando de diversas páginas que voy leyendo y de las que recojo notas que den una imagen más real a mis copias.

Un resumen que intenta dejar una visión simple de las distintas siluetas que fueron viéndose a lo largo de los años. Espero que os sirva a vosotros también.

La moda de las clases adineradas era todo menos cómoda, al contrario de las clases obreras, que en menor medida también seguía la moda. Sin embargo, hay ejemplos contrarios, como es el caso del traje de Llanisca asturiano, el cual era elaborado para las clases pudientes a imagen de la indumentaria tradicional de la clse obrera.


La moda es reflejo de una sociedad y de sus costumbres e idiosincrasia.

Podríamos considerar la moda como un placer frívolo que reafirma la vanidad y divide las clases sociales de acuerdo a la vestimenta, pero va más allá. Nos muestra los elementos que son importantes en una cultura y de qué manera su gente vive y se desenvuelve en un contexto histórico, social, laboral, geográfico,etc.

A finales del Siglo XIX era impensable que las mujeres no llevaran corsé, o que un día se vistieran faldas que mostrasen sus piernas. Antiguamente, la moda seguía directrices estéticos, despreocupándose por factores secundarios, como la comodidad o el bienestar físico.

Imagen que muestra el cuerpo deformado de una mujer por el uso del corsé

Prendas interiores

A lo largo de todo el Siglo XIX, la silueta de la mujer fue moldeada por prendas de ropa interior, como el corsé, la crinolina, el miriñaque, el polisón, etc.


Prendas que conseguían dar volúmenes diferentes según el corte de la prenda y su varillado.

Siluetas en función del corsé empleado

Época regencia (1800-1820, aprox.)

Se caracterizsa por su sencillez y por ser de las más cómodas del siglo XIX, aunque hay bastante diferencia entre los vestidos empleados de día y los vestidos de tarde o de noche.
Los primeros solían ser de tela fina, como algodones o muselinas, con una gran sencillez y, prácticamente,sin adornos.
Se podían vestir para montar a caballo, en cuyo caso, el vestido era de tela más resistente y con una falda más larga para evitar mostrar nada.
Todo lo contrario a los vestidos de tarde o noche que ya eran mucho más elaborados y con gratitud en los adornos, y realizados en telas más resistentes.
Un complemento muy usado en los traje de tarde era la famosa chaquetilla llamada spencer, que podía ser de diversas telas, como por ejemplo, el terciopelo o el paño.



Época Romántica (1820-1840, aprox.)

De produnda exageración en los adornos, se caracterízó por ser una moda extremandamente recargada, incluso en su ropa interior, de faldas acampanadas, mangas abullonadas o llamadas "jamón", escotes amplios y gran cantidad de volantes. Se buscaba marcar la cintura y tener gran vuelo en la falda.



También eran característicos sus peinados recargados y con gran cantidad de rizos y trenzas.

Se incia el paso a lo que con el futuro sería la crinolina y el miriñaque, empleando gran cantidad de enaguas superpuestas para conseguir el volumen deseado.
 

El Estilo Miriñaque (Primera mitad del siglo XIX)

Vestimenta Estilo Mariñaque

Las formas básicas siguieron siendo las mismas que el período romántico, con diseños algo más sencillos. Se dejaron de utilizar las mangas de pernil, las cinturas se estrecharon y las faldas adquirieron más volumen todavía, gracias a la llegada del miriñaque, alargándose hasta barrer el suelo.
Mención especial merece el “miriñaque” (estructura de acero que sutituyó a la famosa crinolina - enagua hecha de crines de caballo). Con la llegada del miriñaque, las faldas se hicieron extremadamente anchas.

 

El Estilo Polisón (segunda mitad del siglo XIX)

Vestimenta Estilo Polisón
A partir de mediados del Siglo XIX la mayoría de los vestidos constaban de dos piezas separadas, un corpiño y una falda. También se caracterizó por la amplitud de detalles y pliegues.

A partir de la década de 1860, las faldas perdieron volumen, la parte delantera quedó plana y la posterior ganó en volumen gracias a otra prenda interior: el polisón, que emplezó siendo una almohadilla colocada sobre el trasero, para realzarlo, hasta llegar a la estructura de ballenas. Las faldas y las sobrefaldas se solían recoger y llenar de vuelos y encajes en forma de cascada. Con pequeñas variaciones, esta moda se empleó hasta finales del XIX, a excepción del “vestido línea princesa”, empleado en la década de los 70, y denominado así en honor a la Alejandra (1844–1925), que se convirtió en reina de Inglaterra.




La Belle Epoque: La Transición del Siglo XIX al XX


El período de la “Belle Èpoque” (1870-1914), se caracterizó por la elegancia y el refinamiento, los patrones que regían la moda eran estéticos, siendo secundaria la comodidad y el bienestar físico de la mujer.

Hasta comienzos del Siglo XX la moda femenina fue incómoda debido al uso del corsé.

La línea de esta moda se caracterizaba al inicio por una mujer de pecho erguido y abundante, caderas anchas, cintura muy afinada y nalgas exageradas. Así surgieron las mujeres con forma de “S”, que ajustaron las faldas, recogieron el pelo sobre la cabeza, con complicados peinados y adornaron sus enormes sombreros con plumas.

A finales de este período comienza a aparecer un nuevo tipo de mujer, por primera vez creado por ellas mismas. Una mujer independiente, que luchaba por el voto y por entrar en el mercado laboral. Para ellas la vestimenta se fue simplificando y la excesiva ornamentación desapareciendo, dando lugar al traje sastre de dos piezas, más adecuado a las nuevas necesidades.


La Liberación del Corsé. Primer cuarto del siglo XX

La Primera Guerra Mundial (1914-1918), desmanteló de forma rápida y completa los antiguos sistemas y valores sociales. El rápido ascenso de la clase media cfeó un nuevo estilo de vida. A medida que las mujeres se incorporaban al mercado laboral, el corsé comenzó a desaparecer, siendo sustituido por prendas acordes a los nuevos tiempos.


Una gran parte de estos cambios se dieron en el primer tercio del Siglo XX. Comenzaron a lucirse cortes de pelo suelto, los largos de la faldas se acortaron hasta la rodilla, el busto y la cintura dejaron de tener tanto protagonismo, etc..se fue hacia una silueta cómoda.

Pelo corto,  sombrero campana y vestido suelto de cintura baja, con la falda hasta la rodilla. La extremada simplicidad del corte del vestido se complementada con adornos bordados de lentejuelas, plumas y otros accesorios. La ropa interior: bragas, sujetador, camisola y medias color carne.



Con el paso del tiempo se introdujo el pantalón (que alcanzaría su éxito después de la Segunda Guerra Mundial), igualando la silueta femenina y masculina.

Fuentes:
http://www.culturatradicionalgc.org
http://www.slideshare.net
http://www.rnovelaromantica.com
http://www.estendencia.es
http://www.wikipedia.org
http://digitalcollections.lib.washington.edu
http://historiadeltraje.wordpress.com

viernes, 11 de abril de 2014

Nueva Parrilla Muñó

Otro reciente local gijonés aunque con una gran tradición en la ciudad.

Sus costillas son las mejores y así he dado fe durante bastantes años.

Han abierto un nuevo local en la zona del Acuario, concretamente crecano a la comisaria de la Policía Nacional.

Excelente diseño y decoración, amplio y original.

Lo probamos por primera vez el día del sorteo de la Lotería de Navidad y debo decir que, aunque sus costillas siguen siendo las mejores, el servicio fue nefasto.

Descontrol, tardanza en servir y superados por la cantidad de gente que tenían, amén de que las raciones del resto de tapas era insuficiente.

Mención especial fue el trato a mi niña. Ya saben que mi hija es celíaca y su menú debe ser especial. Entiendo que si se llega sin reserva a un restaurante y se avisa en el momento de este problema, se pueda pillar al local en fuera de juego. Pero éste no fue el caso. Se había avisado con días de antelación y se había dado el visto bueno por parte del restaurante, incluyendo en el menú unos entratantes y no recuerdo qué más. Mi hija estuvo una hora entera viendo como el resto de los comensales comían sin tener nada en el plato.

Finalmente, conseguí que le sirvieran media ración costillas porque no pude por más que lo pedí que le trajeran otra cosa.

Recomendación: suspenso, si tienen familiares con intolerancias, no vayan y menos en fin de semana, las cantidades de gentes, les superan. No están preparados para tanta afluencia.

Nota: 4.
Debo decir, que la experiencia fue en una época complicada, y que quizás con el paso de los meses hayan podido mejorar. Si van y lo comprueban, dejen un comentario.